En el West Village (barrio muy lindo). Señora de unos cuarenti-pocos. Primer piso. Muy lindo, la verdad. Entrás y tenés la cocina. Hay un baño. Y hay un living, con una cama en lugar de un sofá. Y al lado, un cuarto separado por una cortina. Okay. Y la señora me cuenta.
Trabaja de lunes a viernes, usualmente sale a las 7am del depto y no vuelve hasta después de cenar. Suele trabajar de niñera para sus vecinos también, ya que se llevan todos muy bien y hay muy buena onda. Trabaja como consultora externa para wall street o algo así, no sé, saben que la cuestión económica falta en mí, y los fines de semana se va a los Hamptons a la casa de unos amigos, bastante seguido. Así que en realidad el depto lo tendría casi siempre yo. Y ella ni cocina. Y no está casi nunca. Y siempre me mandaría un mensaje de texto por si llego a estar en una cita o algo así, como 20 mins antes de llegar, así estoy al tanto y no me agarra en situación comprometedora. (Igual, ni que saliera con alguien, no, pero me copó el detalle de lo amable que es). Y acá se pone interesante: por usar la cama en el living, pago la mitad de la renta (justo justo la mitad), de vez en cuando mira películas en la tele que está en el living (o sea que se sienta en la cama porque no hay otro sillón) y no tengo aire condicionado pero ella lo prende en su cuarto, corre la cortina y el departamento se enfría en seguida. Igual no importa porque total ya están terminando los días de calor. Sí, decíselo a la gota de chivo que tengo en la espalda hermana. Pero aparte de eso, el living da a un patio interno en el que me cuenta que los vecinos del primer piso, que tienen acceso al patio y tienen un hijo de dos años, suelen estar ahí las mañanas de los fines de semana, pero que igual casi ni se escucha al chiquito cuando grita. Sí, yo tengo sobrinos. Gracias, me llevo bien los niños. Pero si un pendejo me despierta un domingo a las 8am porque mami no le da bola porque está leyendo el diario, lo surto a él, la surto a ella, y te surto a vos por mentirme. (Como notarán, la violencia va escalando de manera proporcional al tiempo que pierdo y estupideces que escucho.) Lo único que me cayó bien fue la honestidad: cuando es medio tarde (tipo 11pm), a veces en la puerta, como es una calle que da a una avenida pero un poco más tranquila, a veces se juntan personas que consumen heroína y quizás necesitás apurarte para entrar. En serio, agradezco tu honestidad. Igual después de la vuelta que me di por Washington Heights no me afecta nada. Y por favor, soy de Buenos Aires. Y soy paranoica. Y tampoco salgo tantísimo como para volver tan tarde. (Sí, las 11 son "tan".)
I (mi roommate actual) había venido conmigo a verlo. Tan pronto salimos del departamento, su reacción fue: "qué mina rata" (pero dicho con palabras de Colombia porque I es colombiana y no habla así). Me cobra lo mismo que paga ella en alquiler, y no tengo ningún tipo de privacidad. Tengo que bancarla si quiere ver películas en mi cama (¿y si no quiero verlas? ¿cierro los ojos y me tapo las orejas?). Si tengo calor, dependo de que a ella no le moleste prender el aire. Tengo que saber que hay un nene en el primer piso que suele gritar (porque si se apuró a decirme que casi no se escucha, es obvio que es porque sí se escucha). Hablando burdamente (y porque ya me conocen todos), ¿me quiero tirar un pedo y qué hago? Tomo mucha coca, me sale un eructo y me lo tengo que bancar? Mmm... tres meses de hacer de cuenta que no me interesa tener mi espacio... no.
Y lo que dijo I fue algo así: tiene el trabajo de consultora externa, trabaja de niñera ocasionalmente, así que plata no le falta. Es la típica yanki rata que trata de sacarle provecho a cada situación. Es un departamento espectacular para ser de un ambiente, pero pone una cama, generando un espacio que ni ahí da para ser considerado un cuarto, sólo para poder sacar más plata. Aparte de que no pone ni un ventilador ni nada para resfrescarlo, sino que es obvio que sacó la puerta del cuarto para poder usar lo del aire y ahorrar ahí.
Quería compartir esta última joyita porque me la había olvidado.
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