Semana V

Miércoles 4 de julio. Fue el Día de la Independencia. Yo, super copada, mi primer 4 de julio norteamericano. Nos despertamos, al mediodía fuimos al farmer's market (una especie de feria de comida), pero como era 4 de julio, había un tercio de la cantidad de los puestos que normalmente hay. Compré un pedazo de atún precioso que devoré el jueves. Después de dar vueltas por ahí, nos metimos en el Barnes & Noble -todos los negocios tienen aire condicionado, hay en promedio 35 grados, así que entramos a cualquier lugar-, y pololeamos por un rato hasta que finalmente volvimos. A las 17 nos juntamos en el depto de una de las chicas y comimos. No fue un "asado" (o intento de; aunque usen una parrilla, el concepto de asado lo tienen alejado porque solo hacen patys; sí sí, ricos los patys, pero un asado tiene mollejas, chori, papas, etc...), pero sí probé mi primera y última salchicha de pollo, una hamburguesa con queso y media, nachos con guacamole (que aporté yo), y de postre brownie con crema batida y frutos rojos . Sí, me maté comiendo, pero era por el espíritu del día. La idea es comer y celebrar. Así que a las 18 me fui a dormir la siesta porque de tanto que comí quedé noqueada. A las 19.30 nos juntamos en el lobby con un grupo, tomamos un subte y crucé a otro estado! Fuimos a Nueva Jersey -queda a diez metros más o menos-, y nos sentamos al lado de una mini costa y esperamos y empezaron los fuegos a las 21 -duraron media hora aprox.-. Muy lindos. Lo que más me gustó fue que, de manera espontánea, algunos se ponían a gritar "América". Por un lado tenía ganas de decirles "No nene, es Estados Unidos, América es todo el continente", pero por otro me pareció un tanto emotivo (no lloré, boludeces no, pero sí me gustó) esa espontaneidad y sentido de pertenencia y celebración. Creo que el único motivo por el que me importa el 9 de julio es porque es feriado, pero jamás lo sentiría como lo sentían estas personas. 

Como volver era caótico, dimos una vuelta por NJ, algunas se tomaron un helado, otras pizza, y caminamos y finalmente volvimos. Llegamos a la medianoche y a dormir. ¡Una muy buena experiencia para mi primer día de la independencia norteamericana! 

Viernes. Con dos chicas fuimos a FAO Schwarz. LA juguetería donde la regla es jugar con los juguetes. Mis amigas miraban. Yo estaba CHOCHA. Me quería comprar todo. Problema: tengo 24 años. No tengo hijos. Mis cosas van a tener que entrar en dos valijas y ya venimos complicados con los libros. Así que no me pude comprar nada buuu pero por lo menos me saqué una foto con el gorro de Harry Potter y la corbata (de Slytherin, traicioné a mi casa, soy de Hufflepuff). Había un Capitán América y un SpiderMan (dos muchachos disfrazados) y obvio que me quise sacar una foto. Mis amigas me miraron con cara de "¿enserio?". Sí. Pero había que pagar. Y el fanatismo tiene sus límites. Photoshopearé algo en algún momento, o veo qué hago. Fuimos a comer a un lugar que se llama Cosí; pasamos por H&M, St. Patrick's, y volvimos para el campus a descansar. El calor agobiaba. Como no me acuerdo de si hice algo o no el viernes a la noche, vamos a saltar al sábado directamente. 

Durante el día, calor agobiante nuevamente, así que tranqui, bastante huevo. A la noche fuimos a ver The Amazing Spiderman. A) Andrew Garfield es mi futuro marido. B) Vayan a verla. C) Es muy buena. D) Comí frozen yogurt -yogurt congelado pero no sé, es como un helado pero más suave y sintético en realidad pero supuestamente tiene menos calorías- este último punto era inútil porque en realidad le ponés lo que querés encima, y la turista que nunca come estas cosas le puso choco-puffs (pelotitas de chocolate), sprinkles de chocolate y oreos rotas. Si piensan que me voy a volver rodando, sepan que es factible, pero a la vez estoy caminando como nunca en la vida y de hecho estoy haciendo bastante actividad. No estoy durmiendo todo el día. Y así terminó el sábado. 

Domingo: amanecí, desayuno, trabajé un poco, fui a llenar la heladera que estaba a punto de llorar, volví, almorcé, y con mi libro super gigante y pesado de A Dance with Dragons me mandé a la plaza a tomar sol y leer. Dos horas muy bonitas. Volví, no hice nada durante una hora y salí a correr. Fui hasta un muelle o algo así supongo que es, y básicamente me derretí. No es interesante saber que corrí, sino que había una mini plaza para perros con montañas para que corrieran por ahí, y lo más fascinante de todo fue una pileta de plástico cual pelopincho pero más chica hecha para los perros. Había un golden retriever hermoso gigante; la dueña le tiró la pelota, la fue a buscar, y antes de devolvérsela, fue a darse un chapuzón. Mi primer pensamiento fue "Esto es lo último que haría Mapu, seguro se queda sentada y mira la pelota desde la sombra"; y lo segundo fue "Qué buena idea tener una piletita para los perros". Y sí, ese es el país en el que estoy. 

Me volví, había una casa con ocho casitas para pájaros de distintos colores y tamaños y formas colgando de la entrada, me pareció lindo pero pensé que el cago que debía haber en el piso si se aventuraban todos no iba a ser divertido para limpiar. (Como verán, mis pensamientos son bastante variados.) 

Ducha, un intento de trabajo que terminó siendo una siesta de una hora (cómo me gusta dormir), y salimos las cuatro que compartimos el depto a cenar cual despedida porque, aunque falte una semana (estoy en negación así que no voy a hablar del tema), como una se va el sábado muy temprano y la otra durante el día, iba a ser medio complicado ese día. Así que fuimos a Chipotle, un lugar con la versión yanki de la comida mexicana, y fuimos a la plaza a cenar. Tranqui pero divertido y hablamos bastante; de alguna manera creo que fue la primera vez que nos pusimos seriamente a contemplar dónde queríamos estar en un año o dos; hasta ahora veníamos pensando en cuestiones más superficiales o inmediatas. Fue un buen momento. 

Y ahora aquí estoy, por irme a dormir, excepto que no porque tengo una bolsa gigante de ropa para lavar, así que haré eso de hecho y luego a dormir.